Estamos de acuerdo si decimos que la biometría llegó para revolucionar el control de acceso en todo el mundo. De todas maneras, no hay muchas empresas que hayan podido aún establecer este tipo de control y disfrutar de sus beneficios.
Por empezar, adoptar este tipo de sistemas no sólo optimiza al máximo y mejora los controles en los puntos de acceso, sino que además es 100% seguro, brindando certeza absoluta acerca de las personas habilitadas para trabajar. Siguiendo esta línea, la autenticación biométrica garantiza identificar a cada persona con precisión por sus rasgos físicos en menos de 1 segundo, gracias al uso de las tecnologías de inteligencia artificial (IA) y machine learning.
Además, este tipo de tecnología también nos permite controlar la asistencia y el tiempo de trabajo de los empleados a través del geoposicionamiento de datos, asegurando la visibilidad de los recursos a lo largo de toda la cadena administrativa. Incluso en casos de sitios remotos, en los que no se cuenta con acceso a internet, donde estos sistemas se vuelven ideales ya que pueden continuar funcionando aún sin conexión .
Quizás, una de las características más importantes de este tipo de aplicaciones móviles sea su facilidad de instalación y uso: no necesita inversiones en equipos, no tiene límites de usuarios y cada perfil puede personalizarse de acuerdo a la operación; satisfaciendo así las necesidades de cada una de las ubicaciones de la empresa.
En resumen, adoptar tecnologías de control de acceso biométrico es casi indispensable para controlar los recursos humanos en tiempo real de manera descentralizada, segura y eficaz.