El control de acceso biométrico es uno de los tipos de sistemas de seguridad más populares en el mercado, y por buenas razones: combina seguridad y conveniencia ya que solo permite la entrada a usuarios autorizados; además tiene un bajo costo de mantenimiento.
El fraude interno sigue siendo uno de los peores males que enfrentan las organizaciones. Una de las soluciones más efectivas en este campo son los sistemas biométricos, que sirven como método infalible de autenticación para el acceso. Gracias a estos, es posible establecer de forma certera quién accedió, en qué lugar, en qué fecha y a qué hora ya que brinda certeza absoluta acerca de las personas habilitadas para trabajar.
Otro gran beneficio del control biométrico es que nos brinda información certera para optimizar la gestión del personal, asegurándonos los más altos estándares de fidelidad.
Entre sus ventajas, también se destaca la automatización de tareas, la cual minimiza el número de errores, evita problemas de comunicación e incrementa la velocidad de procesamiento., asegurando además la visibilidad de los recursos a lo largo de toda la cadena administrativa.
Por último, otra de las claves de esta tecnología es que no se necesitan grandes inversiones en complejos sistemas que implican un alto costo ni capacitación del personal. Una app que funcione con biometría de reconocimiento facial le ahorra gastos de inversión en equipos a la empresa.
En definitiva, esta tecnología es una excelente solución para las empresas que necesitan controlar su negocio a distancia. Podrá disminuir costos, al mismo tiempo que combate el ausentismo y la impuntualidad, potenciando la imagen positiva de su compañía; al mismo tiempo, ofrece control de trabajo informal, explotación infantil y laboral y combate el fraude sin requerir grandes costos de infraestructura.